MUJERES AL FRENTE DE LA ACTIVIDAD SINDICAL

MUJERES AL FRENTE DE LA ACTIVIDAD SINDICAL

Conocemos más de cerca a algunas de las mujeres que están al frente de la actividad sindical en Apeca.

Hablamos con Isabel Sánchez, Arancha Eslava y África Argüelles de sindicalismo y mujeres en el sector financiero.

– ¿Qué papel juegan las mujeres en el sindicalismo actual?

Isabel Sánchez.- El hecho de haber experimentado en nuestras «propias carnes» la falta de conciliación y la política de presentismo existente desde hace muchos años y aún vigente en las empresas nos hace ser más combativas en estos temas.

Evidentemente, todos los avances legislativos han ayudado a que vaya existiendo mayor conciliación en las empresas, medidas que son para toda la plantilla, no exclusiva para las mujeres.

Debemos seguir avanzando en esa línea y sobre todo en que se elimine la «política del presentismo» que perjudica especialmente a las mujeres porque aún siguen siendo las que dedican mayor tiempo a las responsabilidades familiares, cuidado de hijos y mayores.

– ¿Hay techo de cristal en el sector?

Arancha Eslava.- El techo de cristal existe en todos los sectores de la actividad laboral de nuestro país, no hay más que ver los datos. Sin embargo, la pregunta es ¿por qué menos mujeres alcanzan puestos directivos en las empresas, concretamente, en el sector financiero?

Particularmente, creo que tiene mucho que ver con esta tendencia tan equivocada a creer que a más presentismo, más productividad, lo que implica que para asumir determinados puestos de responsabilidad tienes que estar dispuesta a dinamitar tu derecho a cumplir la jornada laboral establecida por convenio. Esto hace que se nos valore más por la “disponibilidad horaria” que por nuestro trabajo, y, aunque cada vez se vaya reduciendo la diferencia, aún las mujeres dedicamos muchas más horas a tareas domésticas y cuidado de familiares. Se da la doble circunstancia de que, por un lado, se nos evalúa con esa “mochila” y, por otro lado, además, nosotras mismas renunciamos a la promoción laboral por no querer pagar el precio.

– Se habla mucho de conciliación en el entorno laboral. Sin embargo, no es algo que afecte exclusivamente a las mujeres. ¿Cómo entendéis la conciliación en Apeca?

Arancha Eslava.- La conciliación pasa inequívocamente por flexibilizar el trabajo. Me refiero tanto a nivel de jornada, permitiendo que se pueda ajustar a la realidad familiar de cada trabajador, como al lugar de trabajo, fomentando el teletrabajo para poder optimizar el tiempo, eliminando desplazamientos.

No obstante, no se trata solamente de ajustar los horarios y la ubicación para poder cuidar de hijos o personas dependientes. Conciliar es mucho más; es poder tener tiempo de calidad y de ocio, requisitos imprescindibles para mejorar nuestra salud física y mental y ser más eficientes en el trabajo. Las empresas cada vez son más conscientes de que empleados más felices implican mejores resultados. Y esto, no es exclusivo de las mujeres.

– ¿Las mujeres siguen teniendo que elegir entre vida personal o progreso profesional?

Arancha Eslava.- Como he dicho antes, históricamente, nosotras hemos sido las “responsables casi únicas” del cuidado de hijos y familiares dependientes. Desde la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa, se ha intentado que esta carga se repartiera de manera equitativa con los hombres. Se va progresando en ello, pero tenemos muy integrado aún en el ADN femenino este sentimiento de “malas madres” o “malas hijas, sobrinas, etc.” si dejamos en manos de otros los cuidados de nuestros seres queridos; mientras que en el ADN masculino lo que está grabado es que su obligación es proveer de recursos materiales a esos seres queridos, por lo que la proyección profesional en su caso se asume de manera más orgánica que en el nuestro.

– ¿Las mujeres reciben más presión que los hombres para obtener resultados laborales?

Africa Argüelles.- Gracias al esfuerzo de muchas, y la ayuda de muchos, se normalizó el acceso a un mercado  laboral en el que los puestos de mayor responsabilidad y remuneración estaban copados por hombres; desempeñando nosotras, en inicio, puestos de menor calado y remuneración.

El ascenso obligaba a acreditar la formación y capacitación necesarias, así como un extra “intangible” que evidenciara la consecución de los logros y metas más allá de los esperados y exigidos anteriormente. Esta situación conllevó una presión que nos vino impuesta.

Actualmente, muchas mujeres desempeñan ya una magnífica labor en puestos de máxima responsabilidad, con el consiguiente reconocimiento social y económico. El mercado laboral está evolucionando, dejando atrás y derribando aquella presión; demostrando con resultados, que el ser mujer no es un, anteriormente mal entendido, condicionante a vencer; y, también, liderando una corriente que hace mover los cimientos en aquellos sectores o negocios más reacios al cambio.

– Desde tu experiencia, ¿cómo ha evolucionado el entorno laboral para las mujeres?

Isabel Sánchez.- Después de más de 28 años en banca, creo que se ha progresado bastante. Sobre todo, gracias a las medidas de conciliación propiciadas desde la legislación que se ha ido aprobando. Así, ahora mismo una empleada tiene una mayor perspectiva de progresión profesional que hace 30 años, aunque todavía queda mucho por hacer para lograr romper definitivamente ese «techo de cristal» , del que hablábamos.

– ¿Cómo debería ser el mercado laboral del futuro?

Africa Argüelles.- En la medida de lo posible, se debería valorar más la opinión de los empleados y empleadas, tratando de fomentar un mayor bienestar laboral y haciéndonos sentir parte de las empresas.

Lo más demandado y valorado en general, son la flexibilidad horaria y el teletrabajo. No se entiende que en puestos de trabajo en los que ambas cosas pudieran tener una aplicación efectiva, no se permita hacerlo e, incluso, ni siquiera dialogarlo. Se requiere un futuro sin presentismo “innecesario” que resta horas de vida personal; por ejemplo, en trayectos de ida y vuelta que no son necesarios.

Es un hecho que combinar la eficiencia laboral y personal, no están reñido. Además, estas medidas no son exclusivas para mujeres, sino que beneficiaría por igual a mujeres y hombres.

Las nuevas generaciones en búsqueda de empleo, valoran ambas propuestas por encima de otras muchas cosas. Nuevos estilos de vida, nuevos modelos de trabajo. Es el futuro.

– Si pudieras pedir un deseo en este día, ¿cuál sería?

Isabel Sánchez.- Que cualquier empleada o empleado que empiece a trabajar ahora pueda llegar a cualquier puesto directivo en el mismo lapso de tiempo, sin sacrificar su vida personal.

– Por otro lado, cómo afectan a las mujeres otros aspectos como la flexibilidad laboral?

Africa Argüelles.- La flexibilidad laboral es la mejor herramienta para encajar la conciliación laboral y familiar. En aquellos sectores o empresas con un acuerdo al respecto, ha permitido que muchas compañeras, y también compañeros, puedan adaptar sus horarios a los que su familia requiere, sin renunciar por ello a una carrera profesional, o ver recortados sus ingresos.

Antes de esta medida, por lo general y mayoritariamente las mujeres, optaban por una reducción de jornada que, si bien permitía el cuidado de hijos o personas dependientes, no lo hacía en los horarios necesarios y con ello veían reducidos sus ingresos directamente en nómina, e indirectamente si necesitaban contratar a terceros que cubrieran esas necesidades.

La flexibilidad permite mayor igualdad, al no discriminar. Si bien, aún queda mucho camino por recorrer, ya que debería ser un derecho de todos los empleados y empleadas, independientemente del motivo por el que se realice.

ASÍ SON ARANCHA, ISABEL Y ÁFRICA

Arancha, Isabel y ÁFrica

Arancha Eslava.- 49 años, casada y con dos hijos adolescentes. Afortunadamente para mí, la etapa de dependencia física, de llevarles, traerles y estar con ellos en todo momento ha pasado. Actualmente, únicamente me consumen energía mental y emocional, que no sé qué es peor (sonríe)Entré en Ibercaja en el año 2001, pasando por diferentes oficinas y puestos, asumiendo distintas responsabilidades, compatibilizándolas lo mejor que pude con mis obligaciones familiares. Actualmente, estoy dedicada a la labor sindical al completo, porque creo que hay mucho por lo que luchar para seguir mejorando las condiciones laborales de los compañeros, fundamentalmente, en el campo del bienestar y la calidad de vida. Las personas trabajadoras no somos un gasto, somos una inversión; y, hasta que la IA nos alcance, somos la inversión más importante de una empresa.

Isabel Sánchez
.-
52 años, casada y sin hijos, he pasado por distintos puestos hasta el año 2010 . En ese momento,decidí dedicarme totalmente a la labor sindical, hasta el año 2014, año en el que volví a combinar  mi labor sindical y laboral en oficina.

 

Africa Argüelles.-  51 años, empleada de banca con funciones administrativas/ventanilla. Sin hijos y soltera, aunque en pareja desde hace más de 30 años. Valoro principalmente mi tiempo y huyo del binomio presión/remuneración. Vinculada desde hace años al mundo sindical,reivindico y defiendo mejoras laborales, con la satisfacción de trabajar por y para mis compañeras y compañeros. Desde hace 8 años formo parte del Comité de empresa en Madrid. ¿Qué me hizo dar el paso?, conocer y trabajar con mis dos compañeras que encabezan las listas de APECA en Madrid, así como al resto de representantes de nuestra sección sindical.
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